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¿Qué significa estar en la adultez tardía?

De acuerdo a Kinsella y He (2009), los científicos sociales que se especializan en el estudio del
envejecimiento se refieren a tres subetapas dentro de la adultez tardía, las cuales serían: el “viejo joven”,
el “viejo viejo” y el “viejo de edad avanzada”. Cronológicamente, el viejo joven por lo general es una
persona de entre 65 y 74 años, que suele tener las siguientes características: activa, animada y vigorosa.
Los “viejos viejos”, entre los 75 y 84 años y el viejo de edad avanzada, de 85 años en adelante, son más
tendientes a presentar  fragilidad y enfermedad y la presencia de dificultades para organizar las
actividades de la vida cotidiana.
De acuerdo a Diane Papalia, Ruth Feldman y Gabriela Martorell (2012) esta etapa consta de:

  1. Resultado de imagen para viejitosCambios físicos: Algunos  de los cambios físicos que empiezan a aparecer se asocian con el envejecimiento, que son evidentes pueden ser características como: la piel envejecida que tiende a palidecer y a perder elasticidad, y empezar a arrugarse a medida que se reducen la grasa y la masa muscular. Además, es probable que aparezcan venas varicosas en las piernas; el cabello de la cabeza se adelgaza y se torna gris para luego tornarse blanco, el vello corporal comienza a escasear. 
  2. Resultado de imagen para organos del cuerpo humanoCambios orgánicos y sistémicos: Algunos sistemas corporales se empiezan a deteriorar con rapidez mientras que otros permanecen intactos.
  3. Envejecimiento del cerebro.
  4. Sentidos como la audición y la visión disminuyen su efectividad.
  5. Aparición de enfermedades crónicas. 



¿Sabías qué?
Concorde con los datos que se obtuvieron en la Encuesta de Caracterización Socioeconómica en el año 2011, podemos observar que hay un adulto mayor cada vez más saludable,  organizado, educado e informado, con un anhelo de independencia a la hora de envejecer, perdurando de esta manera su autonomía y auto-eficacia, esto se observa en los estilos de envejecimiento, ya que no solo los años aumentaron, sino que también sus capitales personales y sociales (Aguayo, Nass, 2013).
Además, de acuerdo al censo del año 2017, más del 16% de población chilena es adulta mayor, o sea,
desde los 60 años en adelante y que de éste 16%, un 16,5% corresponde a personas que superan los 80
años. (Senama, 2017).

En el siguiente cuadro, podrán ver ciertas características que les asocia a los adultos mayores, además
de algunos mitos asociados a ellos, donde podemos inferir la calidad de vida que pueden tener en el país.


(José Buendía, 1999; Philip Rice, 2003).
Según esto, se llega a la conclusión que la vida de los adultos mayores en Chile no es algo que se
asocie a una buena vida, además de no solo faltar estudios entorno a ellos sino que también se les
ignora a ellos y sus necesidades, al no contar con las instituciones necesarias para ir en su ayuda y
orientación.


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